lunes, 9 de septiembre de 2013

Tomates de racimo


Hoy le ha llegado el turno al tomate de racimo, o uno de los tomates de racimo, porque pienso que hay más variedades que ésta. Creo que que es un tomate de diseño, también, sobre todo, para el mercado pues es un tomate de carne dura, aunque esté rojo, que aguanta mucho tiempo sin ponerse blando. En su contra tiene la desventaja de que no sabe a nada, muy soso. Si los cultivo es, como el de ayer, para ver si se hibrida con alguno de los que tengo de buen sabor y carne blanda y me salen unos tomates de carne dura pero que sepan a tomate.
Hoy he dado un repaso a la plantación de tomates y he llenado un par de cajas para ver si mañana me dedico a preparar los primeros tarros de tomate frito a mi estilo. Seguramente me llevará casi todo el día, pues lo hago yo solo, sin ninguna ayuda, y es bastante laborioso con los medios de que dispongo: unas sartenes viejas para cocerlo un poco en su jugo y que lo vaya soltando, el aparato de hacerlo puré y una cazuela bastante grande para el toque final con el resto de ingredientes. Cuando lo haga ya pondré mi receta, porque, en esto, como en muchas otras cosas, cada maestrillo tiene su librillo. Probablemente dentro de pocos días tenga que repetir la operación, porque aún quedan muchos tomates maduros en las plantas. Aunque hay unos tomates que parecen verdes, ya están maduros y para hacer el tomate uso de todas las variedades mezcladas.

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