Por fin le ha llegado el turno al que yo llamo "tomate de Hormaza" o "mi tomate". Hace ya muchos años, cuando en mi trabajo me concedieron el traslado a Burgos, a mi casa, y ya tuve tiempo de cultivar hortalizas en condiciones, compré semillas de 3 variedades de tomate, que eran, si la memoria no me falla: Temprano de Lérida, otro que se llamaba Grande Marglobe y un tercero híbrido, no recuerdo si ponía Mani F1 u otro nombre con F1. Ese año, cuando puse las plantas en la tierra las coloqué de manera que siempre supiera cuales eran de cada clase y seleccioné 1 o 2 tomates de cada uno para "padres de la siguiente generación". Y así lo seguí haciendo en años sucesivos, pero al final todas las plantas daban tomates iguales. Sospecho que se llegaron a hibridar entre ellos y los que cultivo ahora quizá sea el resultado de aquellos.
Es un tomate bastante redondo, liso, de buen tamaño (algunos años he tenido varios tomates de esta variedad de más de medio kilo de peso), con pocas semillas en proporción al peso del tomate y mucha pulpa, muy jugosa y tierna, ideal para untar el pan, con muy buen sabor, para mí casi el mejor, con ligero toque de acidez que lo hace más referescante.
La única pega es que, cuando llega el final del verano y comienzo del otoño, con los cambios de temperatura entre el día y la noche, se abre la piel y, si no se cogen a tiempo, acaban estropeándose. Entre todas las variedades que cultivo cada año, ésta es la más numerosa en plantas, porque, además, es muy productiva como podéis ver por la foto. No es una planta especial, casi todas las de esta variedad están así de tomates y alguna más que esta y más grandes.
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