Hoy os presento al tomate cebra. Supongo que le habrán puesto eso nombre por las rayas, pero por lo mismo podría ser el tomate tigre, pues es un auténtico tigre por su sabor. El título de la entrada no es sólo por la sorpresa que se lleva el que le da un mordisco y ve que es verde, como los kiwis, sino que la sorpresa es mayor por el buen sabor que tiene, a pesar de ser tan diferente a los tomates conocidos. Con ese color de piel entre amarillo y naranja y con sus rayas verdes ya está a punto para comer. Si se deja madurar se pone la carne muy blandita. No son muy grandes, al menos los que tengo yo, pero todo el que los ha probado, y han sido muchos, han quedado sorprendidos por su excelente sabor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario