lunes, 29 de julio de 2013

Materia orgánica para abono

Habas y guisantes
antes de la faena
Habas y guisantes
con la faena a medias
Por fin ya tengo casi acabada la primera tarea de limpieza. Si no hubiera sido por los soportes que puse en su día, las plantas de las habas habrían estado tan caídas como en la foto o, probablemente, bastante más. Ahora se han caído cuando he quitado las cuerdas.
He cortado con una hoz los troncos de las habas a ras de tierra, más o menos, y los guisantes arrancados, sin más.
Habas listas para compost
guisantes en la cerratilla
Restos de berzas y lechugas
y restos vegetales de casa
 Las raíces, por lo general, se quedan en la tierra, pero en esta misma semana espero poder pasar la motoazada, cuando quite un poco las hierbas que han quedado, y luego quiero sembrar nabos, colinabos y, quizá,  espinacas. Ya se sabe que la legumbre deja la tierra nitrogenada, así que no importa si se intenta conseguir otra cosecha de alguna hortaliza de invierno.
En el recinto de hacer el abono he puesto abajo las habas porque son las que tienen el tronco más grueso y duro y les costará más pudrirse, aunque como están aún verdes no creo que haya problemas con eso, encima los guisantes y luego las hojas de berza, picadas en trozos no muy grandes, y las lechugas que se habían subido y estaban floreciendo, también picadas. 
Aspecto donde estaban
habas y guisantes
Berzas que quedan
con repollo
Luego restos de otros vegetales, como peladuras de patatas o de fruta, las hojas de las cebollas, etc. Todo vale para este "convento".
Todo bien pisado; si tienes algún amigo o un pariente que pese 120 kilos o así, al que de vez en cuando das productos de tu huerta, pídele que colabore subiéndose arriba para pisar un poco y que quede bien aplastado.





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