Aunque no deben ser los días más propicios pues, según dicen algunos, las siembras y los trasplantes es conveniente hacerlos con la luna en creciente (al menos los de ciertas hortalizas), no he tenido paciencia para esperar más y también porque las plantas se estaban haciendo muy larguiruchas y delgadas y se estaban enredando unas con otras, el caso es que ayer puse las plantas en su emplazamiento definitivo. Son muy pequeñas todavía, pero esta mañana, y ahora mismo también, están muy fresquitas y lozanas dentro del invernadero, lo que es buena señal para que comiencen a desarrollarse con normalidad.
Dentro del invernadero he colocado las plantas que no cabían en los dos surcos para esperar tiempos mejores hasta que sean más grandes y se las pueda colocar en tierra, ya sin invernadero.
En las fotos con el invernadero a medio montar y las plantas a medio plantar y con todo completado.
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