Esta es la primera remesa de pimientos para asar este año. Acabo de cogerlos de las plantas hace unos pocos minutos y mañana me pasaré todo el día con ellos. Por la mañana a asarlos en el merendero, en parrilla con leña de roble o encina y la tarde la tendré ocupada en pelarlos, trocearlos, meterlos en los tarros y luego hervirlos al baño María para que se conserven bien.
Tengo dudas de si merecerá la pena el trabajo porque tengo la sospecha de que pueden ser picantes. Al menos los de alguna planta sí lo son, espero que no todos, porque parecen híbridos de dos de las variedades de pimientos que he tenido otros años: el cuerno de cabra, que sí era picante, y otro que llamaba el vendedor de las plantas del Pico de Frías o del pico grande. No son exactamente ni como los unos ni como los otros sino que parecen una mezcla de ambos, así que no sé qué saldrá.
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