6 de agosto de 2.013
Aunque ya hemos comido en casa como media docena de tomates, pequeños, parece que por fin comienzan a cambiar el color en serio; ya se ven tomates en varias plantas que comienzan a tomar un color rojizo, así que espero que esta vez vaya en serio y a partir de dentro de pocos días no necesite comprar tomates en una buena temporada y que haya suficientes para el gasto diario y para hacer tomate frito casero. Pero siguen siendo pequeños, otros años había algunos tomates que llegaban a pesar más de medio kilo, alguno hasta cerca de 700 gramos.
23 de julio de 2.013
Una vista parcial de los tomates. Ya van creciendo, pero aún no se les ve que cambien el color, en general, aunque sí hay alguna planta en la que hay algunos tomates que parece que van cambiando un poco el color, pero es que tengo plantadas tantas variedades diferentes que no se puede estar seguro hasta que no se vea que se van poniendo en tonos rojizos.
18 de julio de 2.013
Por fin comienza a madurar algún tomate. Hay tres cambiando el color a rojizos aunque estos tres son de una de esas variedades de color oscuro, como los kumatos, así que aún le queda bastante cambio de color. El resto de las plantas ya están produciendo con normalidad, dentro de lo que cabe, pues el año pasado por estas fechas ya había cogido unos cuantos kilos de tomates.
15 de julio de 2.013
Los tomates siguen creciendo. Algunos ya se van acercando al tamaño de pelotas de tenis. Ya son bastante más grandes que un huevo de gallina y ya se ven tomates en casi todas las plantas. En muchas plantas ya hay distintos niveles de tomates, como se ve en esta foto. Incluso ya hay un tomate, de los primeros que se vieron, que ya está comenzando a cambiar el color a un tono rojizo.
1 de julio de 2.013
Los tomates parece que se van animando. Los pocos que hay, de momento, crecen y ya se van viendo algunos más, aunque de momento muy pequeños, como garbanzos o como canicas. Ahora que parece que llega el calor, si no les falta humedad, y de eso ya me encargo yo, supongo que comenzarán a crecer en condiciones.
24 de junio de 2.013
A los tomates que escardé ayer y les puse los hierros, hoy ya tienen colocadas las cuerdas y está puesto el primer lazo en cada planta para sujetarlo a la cuerda según va creciendo. En la foto de la derecha puedes ver cómo se va añadiendo un atadito de trecho en trecho según va creciendo la planta para que cuando el tomatito que se ve, más o menos del tamaño de una canica ahora, se haga grande, junto con los que vengan más tarde, no se vayan todos al suelo por el exceso de peso.
23 de junio de 2.013
A los tomates que planté del semillero al aire, sin pasar por invernadero una vez en tierra, también les he dado un repaso con la azada porque estaban llenos de malas hierbas. Supongo que algunas habrán quedado, porque eran muy pequeñas, pero espero haber eliminado la mayoría. También he colocado los hierros para poner las cuerdas que sujetarán las plantas durante su crecimiento. El sistema, en este caso, es el mismo que el de las alubias. Los otros tomates están puestos de forma diferente.
21 de junio de 2.013
Así están ya de altos los tomates que estuvieron en el invernadero, a la izquierda; y los que pasaron mucho tiempo en los semilleros y trasplanté por aquellos días en que helaba por las noches, ya han crecido bastante (foto de la derecha), pero también han crecido las hierbas entre ellos, como se puede ver, así que me espera una semana o dos bastante ajetreadas quitando hierbas y cavando pues, con las últimas lluvias y las temperaturas agradables, han proliferado las malas hierbas como lo que son, como las malas hierbas, no sólo en los tomates, sino en todo lo demás.
13 de junio de 2.013
Aquí se muestra la forma en que sujetamos el tronco de la planta de tomate a la cuerda que soportará el peso de la planta con los tomates que produzca. Un sencillo cerco, sin estrangular al tronco, con un nudo doble para que no se afloje. Justo encima de la cuerda negra con que se ha sujetado el tronco se ve el "muñón" que ha quedado de una rama que hemos podado para que no se lleve la fuerza de la planta y ésta produzca frutos más grandes, aunque en menor número.
En la foto de la derecha puedes ver los primeros tomates de la temporada. Están en una de las plantas que, al principio, se quedaron en los semilleros y planté directamente al aire libre, sin pasar por el invernadero.
12 de junio de 2.013Aunque ya hemos comido en casa como media docena de tomates, pequeños, parece que por fin comienzan a cambiar el color en serio; ya se ven tomates en varias plantas que comienzan a tomar un color rojizo, así que espero que esta vez vaya en serio y a partir de dentro de pocos días no necesite comprar tomates en una buena temporada y que haya suficientes para el gasto diario y para hacer tomate frito casero. Pero siguen siendo pequeños, otros años había algunos tomates que llegaban a pesar más de medio kilo, alguno hasta cerca de 700 gramos.
23 de julio de 2.013
Una vista parcial de los tomates. Ya van creciendo, pero aún no se les ve que cambien el color, en general, aunque sí hay alguna planta en la que hay algunos tomates que parece que van cambiando un poco el color, pero es que tengo plantadas tantas variedades diferentes que no se puede estar seguro hasta que no se vea que se van poniendo en tonos rojizos.
18 de julio de 2.013
Por fin comienza a madurar algún tomate. Hay tres cambiando el color a rojizos aunque estos tres son de una de esas variedades de color oscuro, como los kumatos, así que aún le queda bastante cambio de color. El resto de las plantas ya están produciendo con normalidad, dentro de lo que cabe, pues el año pasado por estas fechas ya había cogido unos cuantos kilos de tomates.
15 de julio de 2.013
Los tomates siguen creciendo. Algunos ya se van acercando al tamaño de pelotas de tenis. Ya son bastante más grandes que un huevo de gallina y ya se ven tomates en casi todas las plantas. En muchas plantas ya hay distintos niveles de tomates, como se ve en esta foto. Incluso ya hay un tomate, de los primeros que se vieron, que ya está comenzando a cambiar el color a un tono rojizo.
1 de julio de 2.013
Los tomates parece que se van animando. Los pocos que hay, de momento, crecen y ya se van viendo algunos más, aunque de momento muy pequeños, como garbanzos o como canicas. Ahora que parece que llega el calor, si no les falta humedad, y de eso ya me encargo yo, supongo que comenzarán a crecer en condiciones.
24 de junio de 2.013
A los tomates que escardé ayer y les puse los hierros, hoy ya tienen colocadas las cuerdas y está puesto el primer lazo en cada planta para sujetarlo a la cuerda según va creciendo. En la foto de la derecha puedes ver cómo se va añadiendo un atadito de trecho en trecho según va creciendo la planta para que cuando el tomatito que se ve, más o menos del tamaño de una canica ahora, se haga grande, junto con los que vengan más tarde, no se vayan todos al suelo por el exceso de peso.
23 de junio de 2.013
A los tomates que planté del semillero al aire, sin pasar por invernadero una vez en tierra, también les he dado un repaso con la azada porque estaban llenos de malas hierbas. Supongo que algunas habrán quedado, porque eran muy pequeñas, pero espero haber eliminado la mayoría. También he colocado los hierros para poner las cuerdas que sujetarán las plantas durante su crecimiento. El sistema, en este caso, es el mismo que el de las alubias. Los otros tomates están puestos de forma diferente.
21 de junio de 2.013
Así están ya de altos los tomates que estuvieron en el invernadero, a la izquierda; y los que pasaron mucho tiempo en los semilleros y trasplanté por aquellos días en que helaba por las noches, ya han crecido bastante (foto de la derecha), pero también han crecido las hierbas entre ellos, como se puede ver, así que me espera una semana o dos bastante ajetreadas quitando hierbas y cavando pues, con las últimas lluvias y las temperaturas agradables, han proliferado las malas hierbas como lo que son, como las malas hierbas, no sólo en los tomates, sino en todo lo demás.
13 de junio de 2.013
Aquí se muestra la forma en que sujetamos el tronco de la planta de tomate a la cuerda que soportará el peso de la planta con los tomates que produzca. Un sencillo cerco, sin estrangular al tronco, con un nudo doble para que no se afloje. Justo encima de la cuerda negra con que se ha sujetado el tronco se ve el "muñón" que ha quedado de una rama que hemos podado para que no se lleve la fuerza de la planta y ésta produzca frutos más grandes, aunque en menor número.
En la foto de la derecha puedes ver los primeros tomates de la temporada. Están en una de las plantas que, al principio, se quedaron en los semilleros y planté directamente al aire libre, sin pasar por el invernadero.
Hoy ha sido del segundo día D. El segundo día de cavar los tomates y eliminar las malas hierbas que habían vuelto a crecer. En las fotos, a ambos lados de este texto, tienes el antes y el después de la faena. Seguramente volverán a nacer más hierbas, pero ahora, sin el plástico, será más fácil irlas quitando según vayan creciendo. En la segunda foto puedes ver que se han quitado parte de los hierros que formaban el armazón del invernadero y se han colocado en otro armazón, más alto. Ahora es el armazón para sujetar las plantas cuando se vayan haciendo altas, ya que muchas se suelen hacer de hasta 2 metros.
El sistema que uso yo es poner las plantas un poco más juntas de lo que aconsejan en las bolsitas de semillas y, cuando van creciendo, dejar sólo una rama de entre todas las que haya echado la planta. Generalmente la central o principal aunque puede darse el caso, relativamente frecuente, de que alguna planta haya echado las flores en la punta de la rama (o guía) principal, entonces hay que dejar una de las laterales para que se forme como principal y sea la que crezca.
En estas otras fotos puedes ver el sistema que uso para sujetar las plantas al entramado de hierros para que los tomates cuelguen de la rama y no estén tirados por el suelo. En la de la izquierda hay unas, podemos decir, clavijas. En realidad es un trozo de cable al que se le ha hecho como una anilla en un extremo para sujetar una cuerda. Esa clavija la clavo en la tierra al lado del pie del tomate y la cuerda la ato a los hierros del armazón que van en horizontal por arriba. El tener tantos hierros arriba, 4, simplemente es para alternar las plantas y que vayan un poco más separadas por la parte de arriba. En cada surco una planta va al hierro de la orilla y la siguiente al del centro de su lado, y así sucesivamente, pero no es necesario, simplemente es para que tengan más espacio. Después de esto sólo queda ir atando, de vez en cuando, con una anilla de cuerda (dejarla floja para no estrangular el tronco de la planta pero no demasiado que se vaya de cualquier manera) y a la vez que se va haciendo esto ir cortando las ramas secundarias que vaya echando la planta al crecer teniendo cuidado de no cortar los racimos de flores que también salen de la rama principal. Es mejor, a mi entender, que una planta tenga una producción de 30 o 40 tomates de buen tamaño a que tenga 80 o 100 pequeños. Pero tu puedes elegir si dejas una rama sólo o dejas muchas. Si dejas muchas tendrás muchos tomates, pero la mayoría serán pequeños.
3 de junio de 2.013
Los tomates del invernadero siguen creciendo, aunque bastante despacio por culpa de las bajas temperaturas; pero en poco más de dos semanas que hace desde que les cavé y quité las hierbas, han nacido más hierbas y crecen más deprisa que los tomates. Cuando se quite el plástico definitivamente para que crezcan al sol y al aire, habrá que volver a cavarlos y quitar de nuevo las hierbas.
25 de mayo de 2.013
Ahí están las plantas de tomate que tenía aún en los semilleros. Casi todas tienen ya flores o capullos y en esas plantas que se ven en la foto habrá como 6 u 8 variedades diferentes de tomate. Tenía aún más plantas, lo mismo que de pimientos, pero las he regalados a dos vecinos del pueblo para no tener que andar cuidando los semilleros, ya que con las plantas que tengo puestas, si se dan al menos como otros años, tengo más que de sobra.
21 de mayo de 2.013
Como decía ayer en la página principal, a ver si esta semana puedo trasplantar las plantas de tomate que aún están en las bandejas de los semilleros, pues como puedes ver ya están echando flores y donde mejor están es en la tierra para que puedan desarrollarse a gusto y sin limitaciones.
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