Esta mañana la he pasado quitando hierbas de los calabacines y las calabazas, con mucho cuidado pues las plantas ya son bastante grandes y hay que tratarlas con mimo para no romper las ramas o los frutos pequeños, caso de los calabacines. Las calabazas aún no tienen frutos pero algunas plantas, las que se han desarrollado bien y no sufrieron demasiados daños con la granizada, ya están comenzado a echar alguna flor. Otras plantas de calabaza apenas están un poco más grandes que cuando las planté. Da la sensación de que desde el día de la granizada no han crecido nada. Quizás el agua fría de los granizos al derretirse éstos no las hizo nada bien, es como si se hubieran helado. Las de la variedad de Cabello de ángel crecen como las malas hierbas y alguna ya tienen ramas que se aproximarán a los 2 metros; aunque recuerdo uno de los primeros años en que comencé a sembrar calabazas de esta variedad que algunas ramas llegaron a medir uno 14 o 15 metros.
En las fotos el antes y el después de las operación limpieza.
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