A pesar de los días de lluvia, poca, unos 22 litros por metro cuadrado en los 4 días que ha llovido algo, y del viento, mucho y muy fuerte, los guisantes y las habas siguen tan firmes como era de esperar. Menos mal que ya tenían puestas las cuerdas bien sujetas a los hierros del soporte, porque sino hubieran acabado todas las plantas por los suelos.
Ahí puedes ver que mi método funciona contra viento y marea; bueno, contra viento porque las mareas no llegan hasta aquí. Mucho tiene que aumentar el nivel del mar para que lleguen aquí, que estamos a unos 850 metros, más o menos, sobre el nivel del mar.
También los guisantes comienzan a florecer. De momento no tienen muchas flores, pero en un par de semanas seguro que que llenarán de ellas. Las habas cada día que pasa tienen más flores.
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